miércoles, 6 de abril de 2011

... Nuestro comienzo...

   Gracias por permitirme caminar junto a ti, por enseñarme a amar sin límites y por hacer que mis días y mis noches sean el gran refugio de tu alma.
Te Amo


Recordé ese día que sentados en una calle Parisima de Santiago, te recitaba un poema…
¡Cual loca enamorada!...
 Mis palabras eran una susurrando un bello poema de resignación, demostrándote mi única obsesión…
(Que sutiles son tus manos cuando juegan a dibujar mi cuerpo…)
Recuerdo tus ojos que recorrían mi rostro, como luciérnagas en una noche lunar, intentando omitir mi impulso repentino de espontaneidad…
(Solo llevábamos días y yo insistiendo en la idea de demostrarte mi gran dolor…)
¡Pobre ilusa! Creyendo que la poesía era una bella melodía de amor, creyendo que mi pasión te llevaría al éxtasis máximo esa noche, que harías que mis paseos dolorosos por los senderos del amor se olvidaran.
Desperté sobre mi cama después de largas horas, tu huella todavía dibujada en mi dulce lecho de amor,
mis piernas coronadas con tus delicados besos y mi amor furioso como el mar te exigía cada segundo.
Que más puedo pedir si tu esencia es tan perfecta, si empañas la creación divina con tanta sencillez;
Eres tan único… que mi corazón envenenado busca día a día la magnifica dosis de salvación en tus labios benditos de amor.

En nuestras manos el símbolo de la unión...
Belu y Grillo... 05-04-2011

Belén Olate Ávila


1 comentario:

laberinto de arie dijo...

que profundo, que sensible, y que desnuda tu alma, amar.

te kiero mil